martes, 24 de mayo de 2011

FE

"Alguna vez los hombres tuvieron que ser semidioses; si no, no hubieran inventado el Ajedrez."

Gran Maestro Alexander Alekhine

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Una vez un discípulo de Confucio se le acercó preguntándole cuáles eran los ingredientes fundamentales para el gobierno de un pueblo.
Confucio le respondió: "Alimentos, armas y la confianza del pueblo"
- ¿Y si hubiera de prescindir de alguno de esos ingredientes?
- De las armas- respondió Confucio
- ¿Y si hubiera de prescindir de otro de los dos ingredientes?- continuó el discípulo
- De los alimentos
-Pero sin alimentos...¡la gente moriría!
- Desde tiempo inmemorial--le dijo- la muerte ha sido el destino de los seres humanos. Pero un pueblo que ha perdido la confianza en sus dirigentes está verdaderamente perdido.

La oración de la rana . Anthony de Mello

Mantén la fe

lunes, 23 de mayo de 2011

MIEDO

Cuenta una antigua fábula india que había un ratón que estaba continuamente asustado porque tenía miedo del gato. Un mago se compadeció de él y lo convirtió... precisamente en un gato. Pero a continuación empezó a tener miedo del perro. El mago lo transformó en perro. Posteriormente comenzó a tener miedo de la pantera. El mago lo convirtió en pantera. Con lo que empezó a tener miedo del cazador.
En ese preciso momento el magó lo transformó de nuevo en ratón diciéndole: "Da igual lo que haga por ti, porque siempre tendrás el corazón de un ratón."

La oración de la rana. Anthony de Mello
Señor, danos un corazón grande para amar
danos un corazón fuerte para luchar.

sábado, 21 de mayo de 2011

EL AJEDREZ DE LA VIDA

-RELATOS ALREDEDOR DE UN TABLERO MÁGICO-

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Realmente no sé lo que soñe. Sólo sé que fue un sueño horroroso.
Las palabras, ese método que utilizamos para transmitir lo que pensamos y sentimos en ocasiones se quedan cortas para comunicar el amor, el deseo o como en este caso el terror.
Afortunadamente fui despertando de aquella horrosa pesadilla. Mis ojos se fueron abriendo lentamente al lugar donde estaba situado.
Era una enorme estancias de paredes blancas. En el centro justo de aquel lugar estaba yo sentado en una silla. Delante de mí había una mesa con un tablero de ajedrez con las piezas blancas en mi lugar. Era un sitio lleno de luz... bueno, todo no.
En el lugar opuesto de la mesa se encontraba una sombra. Por alguna razón en particular la encontraba familiar. Le saludé con el habitual temor del que se encuentra frente a lo desconocido pero no me dijo nada. Todo parecía indicar que por alguna razón yo debía de empezar una partida de ajedrez contra aquella sombra siniestra. Pero, por qué debía de ser al ajedrez y no a otro juego. ¿Y por qué he de hacerlo?- pensé hacia mis adentros. Y cruzándome de brazos deje pasar el tiempo.
Pero no mucho después mis ojos comenzaron a cerrarse. Un profundo sopor me dominaba. Y volvieron a mi mente las horribles imagenes que había tenido en la pesadilla. Sacudí fuertemente la cabeza diciendo: "la pesadilla otra vez no"
Me decidí a jugar la partida pero tampoco podía hacerlo porque una fuerza desconocida me impedía acercarme a menos de cinco centímetros del tablero.
¡'Esto es una mierda!-.grité desconsolado. No podía jugar la partida ni dejar de hacerlo y en aquel momento me sentí el más desgraciado de los hombres. Pero después de quejarme durante un largo tiempo pensé que alguien o algo me debía de haber llevado a aquel lugar. Cerré mis ojos y oré: "¿Puedes ayudarme?" Y entonces sucedió.
Del extremo inferior del tablero empezaron a surgir destellos dorados. Me fijé atentamente y eran frases. Todas parecian referirse al juego del ajedrez. También pasó otra cosa. Una voz delicada invadió la estancia. Cada vez la oía con más fuerza. Decía cuentos y relatos que cada vez me hicieron sentir mejor. En resumen que me hallaba:

En un lugar desconocido,

obligado a jugar una partida de ajedrez,

contra un adversario siniestro,

en un tablero mágico,

y con una voz que me contaba cuentos.

¡Hombre desde luego la situación era curiosa!
Todo parecía indicar que podía dar comienzo el prodigioso combate.
Dirigí mis ojos hacia el extremo inferior derecho del tablero. En aquel momento la frase que podia leerse era:

"El Ajedrez es la Vida"

Gran >Maestro Bobby Fischer
A todo aquel que se adentre en este libro espero que alguna de las frases o relatos que encuentre le ayude en la partida que todos estamos obligados a jugar. Porque sean cuales sean nuestras diferencias ambos somos iguales... los dos nos encontramos situados entre la Pesadilla y El Ajedrez de la Vida